El derecho a releer*
Releer lo que me había ahuyentado una primera vez, releer sin saltarme un párrafo, releer desde otro ángulo, releer por comprobación, sí… nos concedemos todos estos derechos.
Pero sobre todo releemos gratuitamente, por el placer de la repetición, la alegría de los reencuentros, la comprobación de la intimidad.
«Más, más», decía el niño que fuimos… Nuestras relecturas de adultos participan de ese deseo: encantarnos con los que permanece, y encontrarlo en cada ocasión tan rico en nuevos deslumbramientos.
Bibliografía:
PENNAC, Daniel, Como una novela, Anagrama Colección Argumentos, España, 11ª ed., 2006, 152-154 pp.
* La reproducción es usada para fines didácticos y su contenido es propiedad de su autor.
Yo releo 'Rayuela', ¿y ustedes?
Realmente he releído libros completos quizá tres o cuatro solamente. Lo que hago mucho, en especial con Trópico de Cáncer, de Henry Miller, es releer algunas páginas al azar cuando ando fuera de la ciudad. Creo que siempre, aunque sean las mismas palabras en la misma página, les encuentro significado distinto que tienen que ver con lo que esté sintiendo o esté pasando por ese momento. Si me siento aventurero, coincidencia o no, se abre en una página que hable al respecto. Lo mismo si me siento triste, alegre o confundido.
ResponderEliminarCreo que es de los pocos libres que hablan de TODO. Absurdo como suena, pero así es.
Es como un libro para cargar a todos lados.
(soy tan, pero tan nerd)
libros o libres,
ResponderEliminarme gusta...
libros libres como liebres.
gracias Giresse.